
Aprender un segundo idioma deja una huella positiva en el cerebro
Uno de los principales beneficios de hablar un segundo idioma es, sin dudas, aumentar las oportunidades de comunicación. Eliminar la barrera idiomática, poder comunicarse con personas de cualquier lugar del mundo, leer y escribir son objetivos naturales de todo estudiante de idioma. Sin embargo, el aprendizaje de una segunda lengua tiene otros beneficios que suelen pasar desapercibidos, aunque no por eso, son menos importantes.
¿Cuál es el impacto que genera en el cerebro aprender varios idiomas? ¿En qué se diferencia el comportamiento de una persona monolingüe en comparación con una bilingüe?
Investigaciones científicas pudieron determinar que el aprendizaje de más de un idioma deja una huella positiva en el cerebro.
Al parecer, en las personas bilingües, ciertas partes del cerebro relacionadas con el lenguaje son más robustas o tienen una forma diferenciada de conexión con otras. Esto es consecuencia de un mayor uso de los mecanismos que intervienen en los procesos cognitivos, como la percepción, la memoria, la atención y la emoción.
Este impacto no sólo se genera en los que manejan varios idiomas desde pequeños. Las investigaciones en neurociencias demostraron que aprender un segundo idioma a cualquier edad genera nuevas conexiones neuronales y amplía funciones cerebrales relacionadas con el lenguaje y la memoria.
Desde un aspecto cognitivo, es decir, si se toman en cuenta los procesos que intervienen en el aprendizaje, hay tres ámbitos en los que los bilingües tienden a desempeñarse mejor.
Memoria operativa o memoria de trabajo: los que hablan más de un idioma son capaces de mantener en la memoria más elementos de una secuencia. Este tipo de memoria, permite una manipulación temporal mayor de la información para la realización de tareas.
Mayor capacidad de perspectiva: identifican contextos con mayor facilidad y pueden tomar en cuenta la perspectiva del otro, no desde un punto de vista de la empatía; nos referimos aquí a comprender el contexto y el lugar desde el que habla el otro.
Mayor reserva cognitiva: en otras palabras, tienden a envejecer mejor. Las personas bilingües se enfrentan en mejores condiciones a las enfermedades neurodegenerativas. Durante el proceso de aprendizaje, se realiza un esfuerzo por captar las formas gramaticales, sonidos y nuevas palabras. Esto ayuda a incrementar la capacidad de concentración. Los neurólogos consideran que aprender un idioma es la mejor gimnasia cerebral, porque se activa la memoria y se crean nuevas conexiones neuronales.
Aprender un idioma es ampliar tu cultura, hacer nuevos amigos, ejercitar el cerebro y tantas cosas más. ¡Todas positivas! Queremos contagiarte nuestras ganas de que te sumes a la comunidad #Utalk. ¿Conocés nuestras clases online?